En nuestros tiempos, corre la noción que si no nos reinventamos podríamos quedarnos obsoletos en comparación con las nuevas generaciones. Los negocios no son ajenos a esta constante renovación y son muchos los que se sumaron a esa ola.
Entre ellos, se destacan Café Martínez; el cual tuvo que realizar un cambio de imagen de la marca, Smart Drink; por su desarrollo de producto y La Florería; por ser un bar exclusivo.
Vino a hablar Marcelo Salas Martínez, socio y director de Café Martínez que nos contó cómo fue el proceso desde una cafetería tradicional creada por sus abuelos a ser una de las más importantes del país. Desde un primer momento, uno se da cuenta que es una persona sencilla con una visión muy optimista del trabajo y de la juventud en general.
“Fue un proceso muy largo. Primero, mis abuelos comenzaron con un tostadero de café y con una tienda de venta de café al público que atendía mi abuela en la zona de Mercado Libertad. Mi abuelo vendía a mayoristas y mi abuela a las personas que pasaban. Con mis hermanos empezamos a ocuparnos del negocio, haciendo las tareas que se hacen en el comercio”, explicó Martínez, con humildad y sencillez.
Y continuó: “Y en año 1994 creemos que iba a ser un buen año para hacer un cambio para la compañía. Empezamos con una cafetería que fue la primera cafetería gourmet de la Argentina y gran parte del mundo. Donde el eje sea el café y podrías probar de distintas procedencias. No era algo muy común estando nosotros en Buenos Aires. Fue todo un cambio muy lindo, un proceso muy largo, donde un montón de gente nos ayudó. Los clientes nos acompañaron muy bien y los proveedores también. Una enorme comunidad nos ayudó a transformarnos a lo largo de los años”.
En el 2000, comenzaron a franquiciar y ya cuentan con más de 250 tiendas por todo el mundo: Argentina, Uruguay, Paraguay, España, Dubai, Pakistán, Arabia Saudita, Estados Unidos y Bolivia. Martínez es presidente de la Asociación de Marcas y Franquicias.
Le pregunté sobre de todos los errores que cometió, con cuál aprendió más. Me mencionó que el primero fue haber invertido todos los 60 mil dólares de la caja en un comercial por televisión, que solo recibieron un llamado desde Ushuaia para pedir café. O cuando pusieron las marquesinas que no se leía el nombre y no se entendía el producto. Y así varios.
Sin embargo, destacó que una de las características del emprendedor es “animarse a equivocarse. Te caes 6, te levantás 7”. También, recomendó que se confíe en los jóvenes de las empresas, ya que éstos actualizaron sus productos. Por eso, se empezaron a incluir una mayor oferta de comida y accesorios para el café como tazas, jarros térmicos, latas de café, paquetes de café molido, etc.
Para concluir, Martínez, el cual es socio fundador de ASEA (Asociación de Emprendedores de Argentina) y miembro del consejo asesor de Fundación Forge señaló tres características que todo emprendedor debe tener: una fuerte conexión con el planeta, animarse a equivocarse y levantarse nuevamente. Y resumió todo su espíritu emprendedor en: “el emprendedor tiene más sueños que recuerdos”.
TRAGOS EN FAMILIA
Salir a tomar algo con amigos o con la familia o juntarse en una casa es un espacio que los argentinos nos permitimos para ponernos al día. Tres hermanos se reunieron como socios para innovar en una bebida alcohólica.
Así crearon Smart Drink, tragos en cápsula de la mano de mano de los hermanos Tomás y Patricio Folatelli. Ambos se presentaron con trajes muy formales con camisas oscuras que le dan cierto misterio e intriga al producto único que ofrecen. Patricio contó sobre el comienzo del negocio que se inspiraron, “por haber vivido en Italia, que está tan de moda el café en cápsula. Cuando nos juntamos no sabemos los ingredientes de los tragos ni las cantidades”.
Con una inversión de $7000 que no esperaban que iba a crecer tanto. “Funcionó y a la gente le gusta”, resumió Patricio. Y mostraron cómo funciona el sistema que se sustituye la máquina de café con una coctelera que no tiene fondo. Y en cada una viene un par de cápsulas junto con un menú para el consumidor que se prepara con agua o con soda. La cápsula contiene líquido, alcohol original, aceites esenciales, endulzantes naturales.
Están con más de 500 puntos de venta que son vinotecas y puntos propios en Palermo y DOT. Le consulté sobre qué conflictos tuvieron que enfrentar y Patricio respondió: “Lo más difícil fue resistir a la opinión de toda la gente que tiene alrededor. No hay que fijarse en eso. Crear el momento perfecto y seguir con su idea. Y tener el balance si hace bien o no.”.
Y con respecto a trabajar en familia, Tomás compartió: “Tenemos una relación particular. Cada uno tiene su especialidad. Yo manejo al área Administrativo, Patricio; el área comercial y Sebas; imagen y comunicación. Lo llevamos bárbaro. Nace un emprendimiento que nos gusta, no para hacer dinero”.
UN BAR A ESCONDIDAS
Dentro del mismo rubro de las bebida alcohólicas, se encuentra el bar La Florería Atlántico que fue uno de los primeros en incorporar el concepto de speakeasy. El fundador Renato "Tato" Giovannoni nos contó sobre sus comienzos. Con un look que se lo podría clasificar como “hipster” que une a sus dos pasiones: el mar y el arte.
Le consulté sobre cómo uno se hace emprendedor: “La vida te va llevando, uno va detrás de sus sueños, los sueños se van concretando y uno tiene que saber cómo administrarlo. Y en algún momento, entendés que uno se volvió empresario de sus sueños. Todos podemos ser emprendedores. Todos tenemos sueños y hay que ir detrás de ellos. Y una vez que lo lográs tenés que ser lo suficientemente consciente que tenes que administrarlos”.
¿Cómo se te ocurrió la idea de emprender en el mundo gastronómico? “Vengo de familia gastronómica. Mi padre desde chico me hizo trabajar. Primero en la cocina a lavar copas. Pensaba que no me gustaba el rubro de la gastronomía y después era que no me gustaba trabajar con mi padre, porque teníamos visiones distintas. En aquel momento, cuando empecé las cocinas eran adentro en un cuarto, no eran cocinas abiertas como hoy. Entendí que el barman podía tener la creatividad de un cocinero con el contacto con la gente”, explicó.
En cuanto a las cualidades de un emprendedor; destacó “ Es muy importante ser paciente, constante, saber abstraerse, saber a quién escuchar y a quién no, estar tranquilo con uno mismo, conocerse uno mismo, porque en definitiva es uno el que va a estar gerenciando esos sueños”.
El año pasado el bar La Florería Atlántico fue destacado como uno de los 50 mejores bares del mundo por William Reed Business Media. Pero, eso no es todo también maneja: el restorán Brasero Atlántico, la producción del gin Príncipe de los Apóstoles, la línea de cervezas con creada por Antares, los vermús Giovannoni y un proyecto de “ginbars” en Córdoba.
Ya sea en la imagen, el producto o la forma la innovación debe estar presente en todo negocio y en forma personal. Sin la renovación constante dado el ritmo acelerado en el cual vivimos, la empresa y las personas no pueden crecer.