Es imposible no sentirse impactada por el empuje de Santiago. A cada paso que da, se nota que le apasionan varias cosas: tecnología, emprendedurismo, la ciencia, entre otras. Comenzó a los jóvenes 24 años junto con su amigo Andy Freire, actual Ministro de Modernización, Innovación y Tecnología y Presidente del Ente de Turismo de la Ciudad de Buenos Aires, una idea de empresa.
Hace 20 años, “la idea de ser emprendedor era algo totalmente fuera de lo común”, sostuvo Bilinkis. Y continuó: “Se nos ocurrió en vez de salir a buscar un empleo, armar el CV e ir a entrevistas”. Entre varias ideas, eligieron OfficeNet, para vender por Internet insumos de oficina. “Era una idea muy oportuna y un mercado enorme de ventas”, aclaró Bilinkis.
Contaban con una contra muy importante: en el año 1997 nadie compraba por Internet. Entonces, vendían por teléfono y la empresa nació. Desde un cuarto en la casa de Bilinkis hasta armar una oficina y un depósito. Los empleados fueron creciendo de 20 a 100 y de ahí a 1000. “Fue medio concretar un sueño: en vez de salir a buscar trabajo. Crear algo desde 0 y pasar por todas sus etapas”, recordó el emprendedor.
No es su única empresa. También cuenta con: Restorando, Avenida.com y Trocafone, entre otras. Gracias a Quasar Ventures, una generadora de empresas tecnológicas, la cual es socio fundador. Por eso, la pregunta es casi obvia: ¿cómo se supera el miedo al fracaso? A lo que Santiago respondió muy enfáticamente: “No se supera nunca. Uno se vuelve emprendedor cuando aprende a convivir con el miedo. Son esos nervios que bien canalizados, te llevan a hacer las cosas que tenes que hacer”.
¿Y con respecto a ser tu propio jefe? “En realidad, solo tiene sentido, en ser el más malo de todos los jefes que hayas tenido. Más cortito que nadie. Uno mismo es el peor jefe de todos”, remarcó.
Para todos aquellos que quieran ser emprendedores, recomendó los siguientes consejos. Primero, mucho trabajo: son años de trabajar. Ser los primeros en llegar y los últimos en irnos. A veces, incluso los fines de semana. Segundo, es la pasión con la calidad: es muy difícil hacer algo que funcione que está mal hecho. “La calidad está en las pinceladas finas”, resumió. En su caso, fue crear una de las empresas de mayor calidad de servicio en Argentina.
Y por último, que es lo más lindo de ser emprendedor: “la oportunidad de crear una organización con una cultura como vos siempre soñaste que una organización tendría que ser”, remarcó. Es decir, si siempre sostuviste que las cosas deberían ser de cierta manera. Ahora, podés ponerte en el lugar de líder y crear una organización que realmente haga las cosas como vos soñás que debería ser.
En el 2010, se fue a estudiar sobre lo más avanzado de la ciencia y tecnología en la NASA. Y de ahí escribió el libro “Pasaje a Futuro” para entender cómo la tecnología nos está cambiando la vida de una manera mucho más profunda de lo que uno ve. Me inspiró para preguntar si se puede emprender toda la vida. A lo que me respondió: “Se puede siempre, pero es más fácil en determinados momentos de la vida. No es lo mismo fracasar, cuando tenes 24 años, que no estás casado ni con hijos. Además, yo vivía con mi mamá, con lo cual mi estructura de gastos era muy chica. Que la posibilidad de arriesgarte cuando tenes que pagar la obra social o prepaga”.
“Si tiene la inquietud de lanzarse, cuanto antes, mejor” y no hay mejores palabras para resumir nuestra charla.